miércoles, 18 de octubre de 2017

Ensayo: DESCENTRALIZACION FISCAL EN MÉXICO

LA DESCENTRALIZACION FISCAL

Cuando hablamos de descentralización nos referimos a un proceso de transferencias de competencias y de recursos, en el caso de México, desde la administración federal hacia las administraciones locales; que son los estados y los municipios, es decir, existe descentralización cuando las administraciones locales tienen el privilegio de tener competencias tanto en administrativo como en lo económico, que a su vez tiene un significado de eficiencia y equidad en la administración pública en general.

La descentralización fiscal se da cuando las competencias fiscales tanto en ingresos como en gastos, se desplazan del nivel superior hacia los niveles inferiores, consiste en permitir que estos niveles inferiores decidan el monto del gasto que tendrá y por consiguiente los ingresos que recaudará.

Antes de analizar a fondo el tema de descentralización fiscal, es necesario mencionar algunas definiciones. Wiener, menciona que la descentralización fiscal nace de “la búsqueda de la eficiencia en la prestación y el financiamiento de bienes públicos locales y nacionales; significa alcanzar un equilibrio entre los niveles impositivos, los gastos, las transferencias de los gobiernos centrales y los reglamentos impuestos sobre un gobierno local determinado.”[1]

Lugo Neria, “la descentralización fiscal es un proceso que contribuye al desarrollo de las unidades subnacionales, logrando un mayor bienestar de los ciudadanos y promoviendo una producción eficiente de bienes y servicios, los cuales se pueden producir de manera descentralizada, atendiendo las necesidades y preferencias de los ciudadanos a niveles más locales”[2].

Peccio Chavesta, define el proceso de descentralización fiscal como “la asignación de competencias, las cuales tienen que contemplar las fuentes de generación de recursos financieros en los diferentes niveles de gobierno para ejecutarlas”[3].

El proceso de descentralización fiscal, debe de tener en cuenta las fuentes que van a generar los ingresos en las administraciones locales, el aspecto financiero debe estar acorde al aspecto funcional. Es preciso que se defina la asignación de responsabilidad en todos los niveles de gobierno, así como los impuestos que éstos recaudarán, ver los mecanismos para la administración de los recursos, lineamentos para no dejar de lado los endeudamientos a niveles locales, etc.

"En México tradicionalmente se considera que el desarrollo local se encuentra ligado irremediablemente a los niveles de descentralización del gobierno federal"[4] Un esquema centralista aplicado al federalismo mexicano que ha sido causante que en la mayoría de gobiernos locales no sean actores de su propio desarrollo.

En la actualidad los gobiernos municipales y estatales dependen en gran medida de las transferencia del gobierno federal para financiar sus gastos, “Si se diera a las autoridades locales mayor autonomía para manejar sus ingresos impositivos, los países podrían incrementar la disponibilidad de recursos para financiar inversiones que realmente mejoren la calidad de vida de la gente”.[5]

Uno de los aspectos importantes del proceso de la descentralización fiscal es el impacto en la sociedad, puesto que detrás de éste proceso se busca mejorar la calidad de vida de la población y en la medida que la toma de decisiones vaya directamente a la satisfacción de las necesidades inmediatas, en la cobertura local, se puede esperar una mayor participación de la sociedad en el proceso político económico.
El grado de descentralización fiscal puede ser medido de dos formas, una es conocer el nivel de los ingresos propios que recaudan los municipios y los estados, y la otra es a través del gasto que estos ejercen.

LA DESCENTRALIZACION FISCAL EN MEXICO

La centralización fiscal en México ha sido alta, sin embargo, durante varias décadas funcionó para algunas regiones del país, puesto que concentraba oportunidades de desarrollo, y este proceso central ha dado paso al proceso de descentralización fiscal que va caminando de forma lenta.

El proceso de descentralización fiscal ha tomado como vía la desconcentración administrativa puesto que al dinamizar la actividad de determinados órganos de la administración pública, se logra transferir recursos de la Federación hacia los gobiernos locales, estados y municipio.

Si buscamos el fundamento legal de la descentralización fiscal lo encontramos en la Constitución de 1917, "que postula un régimen federal con concurrencia tributara de la federación y los estados, reservando algunas áreas exclusivas para ésta, al mismo tiempo plantea la autonomía financiera municipal"[6]

Es decir, tanto el gobierno federal, el estatal y el municipal, tienen facultades para recaudar ingresos, y se debe mantener el principio de autosuficiencia financiera, que es en otras palabras, que cada gobierno local debe de tener ingresos recaudados por ellos mismos que sean suficientes para cubrir los costos de los servicios públicos que éstos prestan.

En contraste a la teoría, en México desde el final de la década de años veinte, la concentración de la recaudación de ingresos está en manos de la federación y los niveles inferiores de gobierno dependen de las transferencias y las participaciones fiscales que el gobierno federal hace.

La distribución de los recursos federales hacia los gobiernos locales está establecida en la Ley de Coordinación Fiscal, en dos clases de transferencias:

1) Transferencias de efectivo no condicionales que dependen de la entrada de ingresos fiscales y de tres fondos de aportaciones, que representan cerca del 30% de la RFP. Estos fondos se distribuyen en función del desarrollo económico de cada Estado y sus municipios, según criterios como recaudación del impuesto predial, recaudación de cuotas de agua, grado de marginación social y económica. También participan como criterios, aunque de menor peso, las siguientes variables: población, extensión territorial y número de municipios en un Estado[7].

2) Desde 1998 se dan las transferencias para gastos sociales, las cuales son etiquetadas y representan otro 30% de la RFP. El criterio para distribuir estos fondos son los índices de pobreza de los Estados y municipios, en tanto que el tipo de acciones para los cuales se destinan estos fondos son: educación básica, infraestructura social, servicios de salud, fortalecimiento institucional, asistencia social como desayunos escolares, aportaciones tecnológicas y de educación para adultos y aportaciones para seguridad pública[8].

El Doctor Nicolás Mandujano Ramos, menciona que de 1983 a 2010 es el periodo que da paso a la desconcentración fiscal. En 1999 se logra un avance en el proceso de descentralización fiscal municipal, logrando con esto que los municipios tengan mayor libertad para incrementar las fuentes de ingresos propios y a la vez permite cambiar las relaciones intergubernamentales entre el gobierno federal y el estatal.
En la década de los noventa se formaliza el procesos de descentralización fiscal de los recursos de la federación, de 1993 a 1997 se transfieren recursos para el combate de la pobreza, luego se crea la Ley de Coordinación Fiscal, los Fondos de Aportaciones Federales, etc.

El proceso de la descentralización de los recursos fiscales ha presentado problemas que derivan de la limitada capacidad que tienen los gobiernos locales en la planeación y administración de recursos, y a su vez por la falta de mecanismos de transparencia de la ejecución del gasto público y la rendición de cuentas.

Los estados tienen capacidad legal para gravar impuestos, a empresas bajo ciertos conceptos, hoteles, posesión de coches, venta de propiedades, etc. Sin embargo, muchos estados no hacen uso de esta facultad, ya que no existe un compromiso con la población local en velar por el desarrollo y el bienestar, adicional les hace falta la capacidad administrativa y lo que más afecta es la falta de voluntad política.

La descentralización fiscal en México, principalmente ha avanzado como un proceso administrativo, teniendo la aplicación del gasto si ceder las potestades tributarias.

CONCLUSIONES
México tiene todas las condiciones tanto territoriales, demográficas, económicas para que exista una verdadera descentralización fiscal, que en la actualidad se encuentra centralizada la recaudación de recursos fiscales por el gobierno federal.

En la actualidad, no podemos decir que los estados y municipios que lograrán un desarrollo y bienestar que esté acorde al proceso económico del país, por el grado de centralización que existe por parte de la Federación.

La descentralización fiscal en México es un proceso que se está construyendo, y es necesaria para que haya un equilibrio en el sistema federal.

BIBLIOGRAFIA
Wiener, 1983.
Bernabé Lugo Neria, Gobierno y Gestión Pública, 2011.
Edwin Peccio Chavesta, Descentralización fiscal: sistemas de financiamiento y transferencias de presupuesto a gobiernos regionales, 1990 - 2010
Cabrero, 2004
Vicente Fretes Cibils, Jefe de la División de Gestión Fiscal y Municipal del BID, estudio, Estudio de Descentralizando los ingresos fiscales en América Latina: por qué y cómo, 2008
Nicolás Pineda Pablos - La descentralización fiscal en México, 1994
Luis Alberto Jiménez Trejo, Descentralización fiscal en México, proceso en construcción, 2008 - http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/mx/2008/lajt.htm




[1]  Wiener,1983
[2] Bernabé Lugo Neria, Gobierno y Gestión Publica
[3] Edwin Peccio Chavesta, Descentralización fiscal: sistemas de financiamiento y transferencias de presupuesto a gobiernos regionales, 1990 - 2010
[4] Cabrero, 2004
[5] Vicente Fretes Cibils, Jefe de la División de Gestión Fiscal y Municipal del BID
[6] Nicolás Pineda Pablos - La descentralización fiscal en México

[7] Luis Alberto Jiménez Trejo, Descentralización fiscal en México, proceso en construcción - http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/mx/2008/lajt.htm
[8] Ídem

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