Particularidades
de los Bienes Públicos y los Bienes Privados
Existen dos características para saber si un bien es
público o privado; si posee o no propiedad de consumo rival, o si implica la
exclusión van a determinar a qué tipo pertenece. Si una persona consume un bien
y si no impide o reduce el consumo para otra persona, o el consumo no es
excluyente, este es un bien público; un ejemplo nato de esta clasificación es
la Defensa Nacional. Un bien privado tiene propiedades de rivalidad y
exclusión.
Hay dos fallos en el mercado que están relacionados a
los bienes públicos, con propiedad no rivales, cuando se presenta la exclusión
en este tipo de bien, esta puede generar subconsumo y cuando no hay exclusión
puede generar un suministro insuficiente.
Algunos bienes públicos siendo de consumo no rival
pueden ser excluyentes, el Estado puede cobrar una tasa de uso, que bien puede
servir para financiar obras como la construcción de carreteras o la
remodelación de un aeropuerto, etc.
Algunas personas aprovechan en no tributar cuando el
bien público no es excluyente, por el hecho que no puede ser excluido el
individuo, éste renuncia a contribuir voluntariamente para el suministro del
bien, este fenómeno el autor menciona como “el problema del polizón”.
Otra particularidad que tienen los bienes de consumo
no rival es que el costo marginal es cero para suministrar el bien a una
persona adicional.
El Estado también puede suministra bienes privados,
siendo estos de consumo rival, ya que el consumo de una persona reduce el consumo
de otra. Si el Estado los suministra de forma gratuita el consumo podría ser
excesivo. Por ello el Estado puede utilizar métodos de racionamiento alternos
al sistema de precios como "la cola", que se refiere a racionar, en vez de cobrarles a los ciudadanos por el
acceso de los bienes, les obliga a pagar el costo en forma de tiempo de espera,
que permite adaptar en cierta medida el nivel de provisión de bienes a las
necesidades de la población; o bien les asignan una cantidad para todas las
personas, claro esto genera ineficiencias.
Por otra parte el autor menciona la eficiencia en el
sentido de Pareto, en que cada nivel de consumo de un bien público óptimo en el
sentido de Pareto va acompañado de una distribución de la renta diferente.
Si hablamos de administración eficiente como un bien
público, nos referimos a la gestión pública del Estado como bien público,
cuando la administración es buena, hay más beneficiados, los programas, los
servicios son eficientes y más sensibles, de un mayor impacto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario